La misión del Ministerio del Tiempo es «preservar la historia» evitando que alguien la cambie. Pero, como dice Lola Mendieta, «a veces es una mierda de historia». Lo cierto es que la misión del ministerio es bastante cruel. Por ejemplo, cuando le niegan a Leiva el curar a su hijo con la medicina del siglo XXI. Me parece mal que no se intente mejorar algunas cosas de la historia y que los personajes lo acepten, aunque no lo acepten del todo. Por ejemplo, Julián en el capítulo 8 intenta salvar a su esposa. Pero lo extraño es que no lo haya intentado mucho antes. Estaría mejor unos personajes que desobedecen al ministerio mucho más.
En el capítulo 17 resulta que la misión de la patrulla es evitar que la historia cambie ¡evitando que Lola Mendieta salve obras de arte! O sea, el Ministerio del Tiempo intenta conseguir que se quemen valiosas obras de arte. Menos mal que al final las obras se salvan y se guardan en el ministerio.
De todos los personajes creo que el más malvado no es ni Lola Mendieta ni siquiera Leiva; el más malvado es Salvador Martí.
Por otra parte, creo que ningún gobernante podría resistir la tentación de usar el Ministerio del Tiempo para cambiar la historia a su favor u obtener información sobre su futuro.