Mensajepor el limpiabotas » Mié, 25 May 2016, 11:00
Esta es una entrada dirigida a esos jóvenes cachorros, valga la redundancia, de Murcia…
Como ocurría con la urbs de las siete colinas, todos los caminos y senderos llevan al conocimiento. Basta saber mirar para encontrarlo. Para eso están los ayos y preceptores, como es el caso de vuestra maestra, para educar la mirada y crear las disciplinas necesarias que eviten que la dureza del camino os haga abandonarlo.
Mil o más años de conocimiento son condensados en la exposición de unas horas de clase, en las páginas de un libro…, el esfuerzo de todo un pueblo para educar a sus jóvenes cazadores, a su futuro , esfuerzo presente y pasado que, por la ligereza de la edad, a menudo pasa desapercibido a sus receptores. Dice Paco Brines que uno se condimenta y se contornea con la poesía, uno ha de ser un buen lector antes que un buen poeta, ha de aprender a ver, reconocer, apreciar antes que decir. Y Juan Ramón Jiménez dixit: “No sé con qué decirlo, porque aún no está hecha mi palabra”.
Ese tiempo que paséis en la escuela os debería enseñar a encontrarla, a navegar por lo real e inmediato, peleas con quebrados y duelos de fin de trimestre con derivadas, y a encontrar cobijo en placeres que, pese profanos, también son formas de ordenar y dar sentido al mundo.